Construida en 2009 y reajustada en 2011, esta strato ha permanecido demasiado tiempo escondida y merecía salir a la luz.
Una de las guitarras con más personalidad que han salido del taller, con un acabado tosco y desaliñado que contrasta con un cuidado ajuste. Los pequeños detalles como la cejuela roller y las cubiertas metalizadas de las pastillas completan la estética de esta pequeña guerrillera.